Desde la sorpresa del Brexit no siguen de llegar noticias sobre dudas y más incertidumbre sobre el futuro del Reino Unido. Mientras los líderes que defendían la salida dejan sus puestos o no se presentan recoger el testigo, no se despeja la incertidumbre de cómo afectará a los trabajadores españoles y parece que aún tardará meses en esbozarse.

Hablando con expertos, hay varias posibilidades, en función de lo que se negocie y acuerde con la Unión Europea. Lo que preocupa es cómo quedará la libre circulación, la piedra angular de la ciudadanía de la Unión que creó el Tratado de Maastricht de 1992. Hay algunas voces que indican que la mejor opción -aunque no sencilla de conseguir-  sería que el Reino Unido se adhiriese al Espacio Económico Europeo a través de acuerdos bilaterales.  Y a la espera de lo que se decida están los 200.000 españoles que residen allí.

Es el caso de Manuel, arquitecto afincado en Londres, que vive este proceso con mucha preocupación. “Al terminar la carrera, vi que no había muchas posibilidades en España y tenía conocidos trabajando en estudios de Londres, así que no me lo pensé dos veces” asegura. Ahora confía en que la situación se normalice y se firme algún acuerdo. “Espero que de alguna forma u otra nos dejen seguir trabajando. Somos muchos los que estamos aquí”, concluye. En su caso ha formado una familia en el Reino Unido y ahora la incertidumbre parece haber dejado en stand by algunos de sus proyectos vitales.

Pero no sólo afecta al empleo, también a la Seguridad Social. Habría que aclarar si sigue adherida al Espacio Económico Europeo. De ser así se seguirían aplicando los reglamentos que regulan la coordinación de los sistemas de Seguridad Social y se contabilizan los periodos cotizados en distintos países de la Unión. Pero si firma un acuerdo de asociación como ocurre en países como Estados Unidos sí se perdería la cotización.

Otro punto a tener en cuenta es cómo quedarán los aranceles en el comercio internacional, o qué efectos habrá en las inversiones y la fortaleza de la libra. Si la libra baja, afectará a lo que gastan los turistas británicos aquí.  De momento se abre un proceso largo para conocer en qué queda este divorcio más o menos amistoso.

Eva C.