Las imágenes de una reportera húngara poniendo la zancadilla y dando patadas a un grupo de refugiados sirios han escandalizado a los medios de comunicación de todo el mundo. En los videos, que se han difundido también por las redes sociales, se ve cómo un hombre con un niño en brazos cae al suelo después de esta acción de esta mujer, con la cámara al hombro.
Fue un periodista alemán el primero que divulgó las imágenes a través de su cuenta de Twitter. Poco después se ha extendido en las redes y los medios junto a mensajes de indignación. Este acto ya ha tenido sus consecuencias con el despido de esta mujer. La cadena de televisión para la que trabajaba, vinculada a la ultraderecha, ha anunciado el despido en un comunicado pero algunas voces críticas han echado en falta una disculpa pública.
Petra László se ha convertido en la personificación del maltrato contra los que buscan asilo en Europa y parece que podría ir incluso a prisión. El principal partido de la oposición en Hungría ha anunciado que presentará acciones legales contra ella y, según los expertos, podría ser condenada a hasta cinco años de prisión.
La crisis de los refugiados ha avivado varios sentimientos, sobre todo la solidaridad. Pero también algunos piensan que puede avivar los fantasmas de la xenofobia.