19/6/2014.- Hace unos días comentábamos la cobertura de una noticia histórica: la abdicación de Juan Carlos I. Hoy ya nos hemos acostumbrado a algo que hace días nos sonaba algo extraño: hablar de Felipe VI. El seguimiento hoy de este momento único se ha prolongado durante días y ha concluido hoy con el análisis de una jornada muy intensa en prensa, radio, televisión o las redes sociales.
El seguimiento no ha sido sólo nacional. Éramos conscientes de que éste era un momento histórico pero no deja de sorprender la cobertura internacional del evento.
Impresiona el seguimiento en directo de los actos en todo el mundo, por ejemplo en estados de marcado carácter republicano como Alemania, donde una de sus mayores cadenas, la ZDF, ha desplazado a Madrid a dos de sus presentadores estrella. En el Reino Unido se esperaba una cobertura en la BBC, pero quizás no la transmisión en directo de la proclamación.
En Francia también ha habido señal en directo de Franceinfo. Y varios medios digitales han incluido un seguimiento en vivo de todo lo que iba pasando. En los dos países donde se han producido en los últimos meses acontecimientos similares, Bélgica y Holanda, también ha suscitado gran interés, a tenor de la cobertura de los medios de ambos países.
Destacado ha sido también el seguimiento en Rusia, con streamings en directo. En Estados Unidos, la cadena generalista CNN lo lleva en su portada con dos enviados especiales. En Iberoamérica, por su puesto, ha sido un acontecimiento histórico seguido con gran interés –a excepción de Chile o Brasil que se han centrado en el Mundial-. Y sorprende la cobertura en lugares más remotos como Japón o Filipinas.
La imagen que queda para la historia se repite en los medios de todo el mundo: la del balcón con los nuevos miembros de la familia Real.