Ningún medio alemán tiene un ápice de duda de que la victoria de Angela Merkel ha sido, como ella misma ha dicho, súper, o impresionante como diríamos aquí. Y así se refleja en la prensa local. El diario más popular, Bild, no deja lugar a dudas y lo califica como el mayor triunfo de Merkel, en unas letras que ocupan prácticamente toda la portada. En los periódicos del país con más influencia en Europa podemos leer desde “navega en su tercer mandato” a “sólo queda la espinita de no haber conseguido la mayoría absoluta”.
Para la prensa europea se trata de una victoria personal, ya que Angela Merkel se ha convertido en las últimas semanas en el centro de todos los esfuerzos de la campaña. Tanto que se le ha puesto un sobrenombre que en España resulta algo casi imposible de aplicar: Mutti, o mamá en alemán; una mamá que siempre está ahí, sobre todo en los momentos difíciles. Eso es lo que analiza la prensa el día después y que no deja de sorprendernos a unos miles de kilómetros de distancia.
Lejos de la imagen proyectada en España, muchos alemanes ven en su canciller como una persona común y sin aires de grandeza. De hecho lo pudimos ver en El País horas antes de las elecciones con unas fotografías inéditas: la mujer más poderosa de Europa en un supermercado al final de un duro día de trabajo comprando puerros y aceite.
Para los expertos alemanes no es que Merkel no tenga carisma, sino una versión algo distinta que mezcla de responsabilidad, confianza y el añadido de parecer “una persona normal”.
Los socialdemócratas dijeron que la Alemania de Merkel se había convertido en una tierra de mini empleos y trabajo precario; parece que los votantes no lo han tenido tan claro.
Imagen vía qleer.es