Comenzamos el mes de septiembre hablando de uno de los temas que más preocupan en nuestra profesión. En cada conversación, ya sea entre jóvenes recién licenciados, o profesionales de más edad, aparece la cuestión del desempleo que azota a todos los sectores, pero todavía un poco más a éste. La solución parece clara: hay que diversificar, y especializarse en aquellos campos que nos resulten atractivos y que creamos que puedan ayudar a nuestro futuro. Nunca se sabe por dónde puede llegar una oportunidad.
Paradójicamente el colectivo de los periodistas es uno de los más formados, y precisamente hay que saber aprovechar esa condición y el bagaje que proporciona nuestra experiencia. Pocas profesiones han visto tanto como nosotros; hemos sido testigos de todo tipo de situaciones, somos capaces de trabajar bajo presión, somos buenos analistas…
Hace años, en las facultades de Periodismo y Ciencias de la Información se hablaba de dos salidas laborales fundamentales: el ejercicio del periodismo en un medio de comunicación, y por otro lado, la comunicación empresarial o institucional. Afortunadamente y pese a la situación actual, han ido surgiendo nuevas profesiones y alternativas profesionales. Vamos a desgranar algunas de las más importantes:
–Trabajo en un medio de comunicación por cuenta ajena. Es la rama más clásica, pero lamentablemente, una de la que crea menos puestos de trabajo actualmente.
–Periodista free-lance. Difícil de sostenerse económicamente, el periodista autónomo debe tener buenos contactos y clientes (medios) a los que poder vender la información.
–Comunicación empresarial. Ya sea para una empresa o institución grande o de mediano tamaño. Existen multitud de empresas que incorporan la figura de uno o varios periodistas en su plantilla.
–Agencias de comunicación. Existen múltiples agencias que se encargan de gestionar la comunicación de empresas externas, dando soporte a las necesidades empresariales en los campos de la comunicación y el marketing.
–Cooperativa. Si antes hablábamos del periodista free-lance, últimamente se ha desarrollado la fórmula de las cooperativas en los medios de comunicación. Si bien parece una alternativa difícil, ha triunfado en múltiples casos como eldiario.es, periodismohumano.com, o infolibre.es, entre otros.
–Formador. ¿Por qué no aportar nuestros conocimientos y experiencia para futuros profesionales, o bien en formación «de reciclaje»?
–Experto en otras áreas relacionadas con la comunicación: marketing, publicidad, organización de eventos, o diseño web. Muchos periodistas se inclinan por estas alternativas laborales, a las que sin duda tienen mucho que aportar.
–Community Manager. Es la alternativa estrella hoy en día. Oímos este término, al igual que el de social media en todas partes. Existen muchas empresas y entidades que requieren de personal especializado en gestionar y aportar contenidos digitales, e interactuar con su comunidad online.
–Escritor, guionista y storyteller. Otra opción es aprovechar nuestras cualidades como «contadores de historias», e inclinarnos por una vena más literaria. Lo más difícil en este caso es conseguir financiación para que nuestras pretensiones salgan adelante.
(Imagen vía estudiacurso)